viernes, 9 de septiembre de 2011

De carpetas, books, portfolios y otros currículos visuales

Quienes lleven ya un par de décadas trabajando en el mundo editorial, en grafismo, en publicidad o en prensa recordarán sin duda lo que antes de la era digital se llamaba «carpeta de trabajos» o «book». Se trataba generalmente de un pesado armatoste para presentar hojas de papel de formato A3 o A2, con anillas y tapas duras (en cartón o en símil-piel) y una indispensable asa en el lomo que permitía al ilustrador, diseñador, maquetador, fotógrafo y otras variedades de profesional creativo transportar dicho mamotreto en su abnegado —y tantísimas veces infructuoso— pulular por agencias, editoriales y medios de comunicación.